Mi experiencia con los ancianos
Desde
siempre en Guatemala se ha presenciado la exclusión de los ancianos ya que la
mayoría de gente piensa que son un estorbo porque no tienen las mismas
capacidades que todos y se debilitan mientras van creciendo. En el 2011 pude
tener una experiencia con ancianos que me cambió la vida. En mi colegio todos
los años nos enseñan a trabajar con las personas más necesitadas para que
podamos ver la realidad de Guatemala y que más adelante podamos hacer un
cambio. En el 2011 mi servicio social fue con personas mayores de edad, hombres
y mujeres.
Les organizábamos juegos o actividades que los mantuvieran felices ya
que ese era el propósito de llegar todos los días. También llegábamos a
escuchar sus problemas y lo que los ponía tristes de su vida ya que a la mayoría
de ancianos que estaban ahí los habían abandonado ya que no tenían dinero
para mantenerlos. Sus vidas eran muy difíciles, pero a pesar de eso, seguían
sonriendo, brindando risas y manteniendo la fe en Dios.
Esta experiencia me
hizo cambiar mi forma de ver la vida, ya que ellos a pesar de todas sus
dificultades siguen brindando sonrisas, y eso me enseña a que mis problemas son
tan mínimos a comparación de los de ellos. Los ancianos son humanos, y no
podemos tratarlos como no se lo merecen. Merecen ser bien tratados y que les
brindemos de nuestro apoyo y amor para que puedan seguir sonriendo.
Lindo trabajo! Creo que esto nos hace recapacitar que debemos servir a nuestros semejantes como Dios nos ha enseñado en su Palabra. Es importante que veamos que la vida es un regalo de Dios y que cada edad es linda. No sólo los niños, jóvenes o adultos son humanos. Las canas y las arrugas son símbolo de experiencias y los ancianos nos muestran eso: Una trayectoria de vida y de enseñanza. Hay un dicho muy valedero que debemos llevar siempre en nuestra mente...es muy sabio (mi madre lo decía): "Como te veo me vi y como me ves, te verás". Todos vamos para viejos y necesitamos amor, apoyo, atención y comprensión. Vivamos para servir y para recibir lo que hemos dado cuando estemos en el ocaso de nuestra vida.
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ResponderEliminarPareciera que mientras más edad tienen los seres humanos, más nos deshumanizamos con ellos, no entendemos que son seres humanos con más experiencia y posibilidades de aprender de ellos.
ResponderEliminarUn excelente trabajo aprender de ellos, entender que tienen mucho más que dar a la sociedad.
Sigan buscando en esas experiencias -de los ancianos- aprender para equivocarnos menos
Felicidades por fijarse en ellos, por darles su lugar, por darles vida.